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Las territoriales piden paso, el voleibol necesita un cambio
27/05/2020
Las federaciones territoriales dan un paso al frente para presentar un nuevo proyecto de modelo de gestión transversal para el voleibol y el vóley playa español. Once de las diecinueve federaciones territoriales ya trabajan unidas para presentar un proyecto que defina cómo les gustaría que fuese el voleibol y vóley playa los próximos 10 años, girando sobre ejes fundamentales como el de la profesionalización, la financiación o la visibilidad de ambas especialidades y difusión en medios de comunicación.
Los presidentes de las federaciones territoriales de Aragón, Baleares, Canarias, Cantabria, Cataluña, Ceuta, Extremadura, Melilla, Murcia, País Vasco y Comunidad Valenciana creen, y más después de la gran crisis generada por la COVID-19 en la sociedad en general y en el mundo del deporte y del voleibol en particular, que hay mucho margen de mejora en la gestión del voleibol nacional para conseguir grandes objetivos, especialmente en la coordinación y transversalidad del trabajo. A modo de ejemplo, explican con pesar, que la RFEVB no ha convocado durante la crisis sanitaria y el estado de emergencia ninguna reunión con las federaciones territoriales.
El proyecto quiere dar respuesta no sólo a un nuevo modelo de gestión eficiente y eficaz que ayude a superar la crisis generada por la COVID-19, sino que sea una base sólida de trabajo a corto, medio y largo plazo. Así, se desarrollarán grandes ejes que incluyen, entre otros: búsqueda de nuevos recursos de financiación que no sólo lleguen a la RFEVB sino que sirvan para dar apoyo permanente, a diferencia de otras propuestas, a territoriales y clubes, con especial incidencia también en competiciones nacionales y selección nacional; empezar un camino serio hacia la profesionalización que ayude a consolidar las estructuras y a fortalecer todos los estamentos del voleibol y el vóley playa; potenciar la formación en las últimas novedades técnicas de nuestro deporte, así como en la gestión de entidades deportivas propias de nuestro tiempo; y, aumentar exponencialmente la visibilidad del voleibol y el vóley playa a través de la comunicación interna y externa.
Además, existe actualmente entre los presidentes, la mayoría de ellos forman o han formado parte de la Junta Directiva de la Real Federación Española de Voleibol, una preocupación por la continuidad de los clubes debido a la crisis sanitaria y a la situación económica inestable que la COVID -19 conlleva. Para ello proponen que se trabaje de un manera global y transversal, donde la RFEVB debe ser el gran paraguas del voleibol y el vóley playa nacionales, siendo el nexo de unión y apoyo de las federaciones territoriales, para que los resultados lleguen así a los clubes, técnicos, deportistas y estamento arbitral. Por eso, defienden que el nuevo modelo de gestión debe fortalecer la coordinación, la cercanía y la unión de cara al próximo ciclo, con una gestión moderna, apoyada en las nuevas tecnologías, y que se aleje de la desconexión actual existente.
El modelo llevado hasta ahora ya no funciona, propio de modelos de gestión desfasados y superados, por lo que el grupo de federaciones inmersos en este ilusionante proyecto trabajan desde ya, para presentar una apuesta que suponga el salto cualitativo y cuantitativo definitivo. El voleibol español está esperando una iniciativa ilusionante que partiendo de las territoriales englobe a los clubes, deportistas, entrenadores, entrenadoras y árbitros, que llevan tiempo pidiendo otra manera de gestionar el voleibol y que modernice la RFEVB tal y como lo llevan haciendo otros deportes de equipo los últimos años.
Si algo tienen claro los once presidentes es que ‘individualmente, como en el voleibol, ni somos los más grandes ni somos los más fuertes, por lo que es necesario ser un gran equipo y trabajar como tal’. Por eso, ya está en marcha el proyecto de futuro común que cambie el modelo de gestión actual del voleibol y vóley playa nacionales. Un proyecto que se presentará próximamente y al que se podrían sumar más presidentes de federaciones territoriales, que ya han manifestado su intención de unirse, una vez finalicen los procesos electorales en los que están inmersos.
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